jueves, 21 de febrero de 2008

Eclipse Total de Luna


Poetas, científicos y chamanes explican la fiesta astronómica
México, 20 Feb (Notimex).- Con aplausos, chiflidos, cientos de flashazos y disparos de cámaras se vivió en el Zócalo capitalino la fiesta astronómica del eclipse lunar, donde el invitado de honor fue Saturno y como regalo especial: la Estación Espacial Internacional. Los visitantes abarrotaron desde las 18:00 horas la Plaza de la Constitución, e hicieron largas filas para observar a través de los potentes telescopios colocados por las más de 20 sociedades e instituciones astronómicas para deleitar de cerca la fiesta. Otros tantos formaron un tapete humano alrededor del Zócalo capitalino, donde acostados en el asfalto disfrutaron el fenómeno que desde 1991 no se había vuelto a presentar. La fiesta astronómica en el Zócalo estuvo aderezada con diversas actividades, como bailes que representaban el eclipse total de Luna, a cargo de la investigadora Julieta Fierro, así como infinidad de conferencias sobre el tema. El cielo despejado emocionaba a los presentes, quienes conforme se acercaba la hora prevista para el espectáculo del cosmos, sufrían por la contaminación. Sin embargo, con su esplendorosa belleza, casi a las 19:00 horas hizo su aparición la Luna llena y luego, Saturno. Al tiempo que la Tierra ensombrecía la superficie lunar, el jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, se hizo presente en el festejo que promovió con espectáculos. El júbilo más estrepitoso que cimbró al Zócalo capitalino cuando la Tierra se interpuso totalmente entre el Sol y la Luna, fue seguido de rechiflas de frustración al momento en que una inoportuna nube eclipsó al eclipse por varios minutos. "Un espectáculo inigualable", "chido", "padrísimo", "me enchinó la piel" fue el sentir de quienes gozaron extasiados del eclipse lunar, que también pudieron observar en pantallas gigantes que se colocaron en el lugar. La pregunta más frecuente hacia los astrónomos: ¨qué es un eclipse? La respuesta científica: se da por la alineación del Sol, la Tierra y la Luna, lo que provoca que la superficie del satélite se oscurezca. Para los poetas, en tanto, es la separación de un romance: ­Nosotros disfrutando de un eclipse de Luna, mientras ella, nostálgica, ha perdido a su amado!, pues no sabe porqué, el Sol la ha abandonado, y ella solitaria espera que él regrese de nuevo. Para los chamanes, en cambio, un eclipse es la fase perfecta para hacer conjuros para el amor y la buena suerte. Lo cierto, defienden los científicos, es que la Luna y el Sol no son amantes, y que todo lo que se habla de ellos sólo queda en mitos: ni el cabello crece más si es cortado durante ese ensombrecimiento, ni provoca deformidades en el feto de las embarazadas.

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